Entrevista a Julio Medem en Autozine

Ana, como joven (tiene 18 años cuando empieza la película) y artista (es pintora), quiere ser libre y sin otros compromisos colectivos, reivindica su propia individualidad. Por una parte, pinta cuadros muy coloristas que reflejan su particular optimismo por la vida, un principio de felicidad que resulta muy contagioso; por otra, está lo que ocurre por debajo, un caos que remite a la memoria ancestral femenina (continuación)